El día de la mudanza puede ser muy estresante si no se ha planificado correctamente. Por eso, te proponemos una serie de recomendaciones para que cuando llegue el día de empacar y transportar tus enseres, no te pille por sorpresa.
Repasa los objetos que quieres transportar a tu nueva casa. ¿Realmente los quieres todos? Si hay cosas que ya no te gustan o no vas a querer, no tiene sentido que ocupen espacio en el camión de mudanza. ¡Líbrate de ellas!
Para evitar tiempo y confusiones, te recomendamos pensar antes dónde irá cada uno de tus enseres. Puedes dibujar un plano de tu nuevo hogar. A continuación, etiqueta cada pieza del mobiliario con una etiqueta de color que corresponda a cada habitación. De esta manera, los operarios sabrán dónde deben ir todos tus muebles y no tendrás que improvisar dónde ubicarlos.
Es necesario que estés presente durante el embalaje de tus enseres. Si no estás disponible ese día, pide a una persona de confianza que esté presente. Realizaremos un inventario de todos los objetos. Comprueba que la lista es correcta y que todo está en buen estado antes del transporte.
Para concentrarse mejor en la mudanza y conseguir un trabajo bien hecho, es recomendable apartar las distracciones. Los niños y las mascotas pueden estorbar o distraer durante la operación, en la que hay que manipular objetos pesados y frágiles con el mayor cuidado.
Por esta razón, el día de la mudanza conviene que los niños y las mascotas queden a cargo de una persona de confianza.